Ya hacen casi 40 años que en una casa del barrio Los Alpes de Barranquilla se unieron el corazón y el sentimiento de un hombre noble y romántico para producir una canción que le ha dado la vuelta al mundo, teniendo como gran fortaleza un mensaje de Navidad. Un mensaje donde el compositor logró sentar en el pentagrama a la alegría y la tristeza, esa que se siente en esta fecha especial donde el año va camino a despedirse y la nostalgia arropa todo lo que encuentra a su alrededor.
El poeta de Villanueva’, Rosendo Romero Ospino, se emociona contando en detalle esta historia pegada a su piel y que lo convirtió con el paso del tiempo en ‘El cantor de las Navidades’, porque hizo posible que todos se identificaran y cantaran esta obra que es un himno en esta época de pesebres, villancicos, aguinaldos y de integración familiar.
Precisamente, sin dar tantas vueltas presentó el génesis de su obra cumbre ‘Mensaje de Navidad’, que demoró haciéndola algunos días, pero al darle la bienvenida al último verso supo que superaría a su canción ‘Fantasía’, la cual batió el récord de aceptación.
Mensaje del sentimiento
“A comienzo de 1970 Jorge Oñate le grabó al compositor Emiro Zuleta la canción ‘Diciembre alegre’ que solía cantar en mi natal Villanueva. Esa canción me influyó mucho”, indica el compositor recordando su verso inicial.
Diciembre alegre te fuiste
diciembre alegre vendrás
y de aguinaldo solo me diste
bello diciembre un poco
de cosas para recordar.
“Ese fue el primer tema vallenato que salió con ese indicio al festejo navideño, aunque se tenía ‘La víspera de año nuevo’ de Tobías Enrique Pumarejo y otra que interpretó la Billo’s Caracas Boys titulada ‘Cantares de Navidad’. Partiendo de esa canción tenía el impulso necesario para componer un auténtico mensaje de Navidad. Me fui llenando de requisitos y tenía la intención de darle vida a esa canción, pero no me llegaba el momento y comencé a comprar tarjetas para ver que decían y conocer más a fondo del tema, hasta que una mañana mi hermano Israel, llevó a la casa un acordeón armonizado y de inmediato salió la melodía”.
Entonces con el recuerdo cabalgando en su mente cantó:
Unos dicen que buena las navidades
es la época más linda de los años,
pero hay otros que no quieren acordarse
de la fiesta de año nuevo y de aguinaldo.
Después de cantar el verso continúa su relato. “Es así como mi inspiración me permitió meterme en todas las vivencias de mis propias navidades, esas que fueron muy hermosas y otras no tanto porque recibíamos de aguinaldo una bolita de inflar, un pitico de lata y un buñuelo”.
En medio de sus nostalgias propias del recuerdo imperecedero, expresa que el candidato único a grabarla era Diomedes Díaz, quien mandó a un mensajero sin saber el contenido del casete.
“Diomedes escuchó la canción y no le puso ningún pero, y al tenerla grabada me invitó a Bogotá para ponerme a escuchar la versión original. De salida me impactó la forma como la cantó y la manera como el maestro Nicolás Elías ‘Colacho’ Mendoza pulsó su acordeón. La versión quedó tan maravillosa que al salir se convirtió en el símbolo de la Navidad”.
Mayor acogida musical
Desde 1980 está canción suena por todas partes, siendo motivo de alegrías y de muchas nostalgias que se perciben de inmediato en el que la escucha.
A Rosendo Romero le quedó gustando el tema y dos años después nació la canción ‘Navidad’ que grabó El Binomio de Oro, Rafael Orozco e Israel Romero.
Enseguida hace una confesión. “Mi hermano Israel se entusiasmó con la Navidad y comenzó la canción y cuando iba por la mitad me dijo que le diera los toques necesarios en su letra y demás, y así lo hice. Cuando la terminé y se la mostré no quiso firmarla y me dijo que la pusiera a mi nombre. La canción también gustó porque el tema es de festejo”.
Los años han pasado y Rosendo Romero sigue recordando esos años de su niñez y juventud y trayendo a colación los hechos que marcaron su vida y que le dieron el alimento necesario para inspirarse y añadirle al folclor vallenato nuevas canciones que hoy hacen parte de su inventario musical.
Entonces, estando con el sentimiento en trance hace una confesión: “Quiero morirme como mueren los inviernos, bajo el silencio de una noche veraniega, quiero morirme como se muere mi pueblo, serenamente sin quejarme de esta pena”.
Las navidades de ahora…
Al final ‘El poeta de Villanueva’, “Ese que escribe versos, repletos de verano, estando en primavera. Ese que por ser bueno, lo tiran a la nada, y que no cree en la fama, esboza las navidades del presente donde la tradición se han perdido por diversos factores.
“Antes la Navidad era algo sublime y esperado. Los niños y niñas eran felices con regalos sencillos, pero cambió el modo de vivir y el progreso y la tecnología abarcó todo. Definitivamente ahora la Navidad es un pretexto comercial y lo espiritual poco pesa”.
Seguidamente puso muchos ejemplos de su época cuando el niño Dios era el centro de esta fiesta. “El pesebre y los villancicos eran el mejor escenario para recordar el capítulo del nacimiento de Jesús en Belén. La religiosidad primaba ante todo y eso se ha venido perdiendo”.
La charla estuvo tan amena y encerrada en grandes espacios llenos de nostalgia que Rosendo Romero tomó el acordeón volviendo a caer en la nota precisa de ‘Mensaje de Navidad’, esa que hasta le saca lágrimas al apoderarse de su memoria el recuerdo de sus padres Escolástico Romero Rivera y Ana Antonia Ospino Campo, ‘La Nuñe’, quienes lo guiaron por el camino del amor al terruño, al prójimo y a las cosas bellas de la vida. De inmediato levantó la vista al cielo para nuevamente agradecer a Diomedes Díaz y Nicolás ‘Colacho’ Mendoza, quienes supieron interpretar esa canción hasta descubrir el secreto que arruga los pliegues del alma.
Pa’ esa gente va un mensaje de cariño
con el alma, para el alma de los pueblos,
que se olviden de los recuerdos
y se llenen de parabienes.
Desde 1980 está canción suena por todas partes, siendo motivo de alegrías y de muchas nostalgias que se perciben de inmediato en el que la escucha.
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